Ocho años de reforma laboral, una ley inútil para la creación de empleo
Fecha: 10 Feb 2020
Hoy se cumplen ocho años de la aprobación por el Consejo de Ministros Gobierno del PP del «Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, de Medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, popularmente conocida como Reforma laboral. En un su aniversario UGT recuerda la absoluta inutilidad para los fines que aparentemente fue creada – fomentar la creación de empleo-, y denuncia el debilitamiento de los derechos de los trabajadores que ha supuesto, así como su incuestionable relación con la devaluación de los salarios y el incremento de la precariedad del mercado laboral. Para UGT sigue siendo incuestionable la necesidad de su derogación y poner en marcha una nueva regulación en cuanto a contratación y despido.
La reforma laboral del 2012 se planteó como el instrumento para superar la crisis económica, garantizar el empleo y modificar la continua precariedad de nuestro mercado laboral entre otros tantos objetivos. Sin embargo, la realidad ha demostrado todo lo contrario.
Entre las medidas implementadas por la reforma laboral se encuentran entre otras:
- Reducción de la indemnización por despido improcedente: de 45 a 33 días por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades, en lugar de 42.
- Ampliación y flexibilización de las causas por despido colectivo e individual objetivo (indemnización de 20 días por año, con máximo de 12 mensualidades), especialmente de las económicas.
- Aumento de las facilidades para modificar unilateralmente las condiciones de trabajo, incluyendo los salarios
- Prioridad de los convenios de empresa frente a los de ámbitos sectoriales. Eliminación de la “ultraactividad”: las condiciones del convenio decaen transcurrido un año desde el final de su vigencia, si no hay pacto entre las partes.
- Nuevo contrato indefinido de apoyo a los emprendedores, para empresas de menos de 50 trabajadores, con período de prueba de un año.
Según el informe “Los daños de la reforma laboral de 2012” del Servicios de Estudios de UGT Confederal, con la reforma laboral se destruyeron empleos que solo se recuperaron con la mejora economía. El año 2012 fue el ejercicio con la segunda mayor pérdida total de empleo de la historia, 788.700 ocupados, solo por detrás de 2009 con los primeros efectos de la crisis.
Fue un instrumento para debilitar los derechos de los trabajadores, desequilibrando a favor del empresario la negociación colectiva. Profundizó en la devaluación salarial tras la crisis económica y precarizó más el mercado laboral. De 2013 a 2018 la tasa de temporalidad creció 3,6 puntos porcentuales (del 23,1% al 26,8%) y la tasa de temporalidad del empleo en 2018 fue la más alta desde 2008. Los contratos temporales son cada vez de más corta duración: en 2011, el 20,2% de los mismos tenían una duración inicial inferior a 7 días. Desde entonces no ha dejado de crecer, y en agosto de 2019 era aún superior, el 27,2%.
También permitió flexibilizar más el uso del contrato a tiempo parcial: 30 de cada 100 empleos creados desde la entrada en vigor de la reforma han sido a tiempo parcial.
En cuanto a la devaluación salarial, las cifras hablan solas: entre 2011 a 2017 los salarios perdieron 6,8 puntos de poder compra.