Movilizaciones del personal de restauración social y monitoras de comedores escolares de colegios públicos
Fecha: 30 Sep 2020
Las plantillas de restauración social y monitoras de comedor de los colegios públicos de Aragón se han concentrado en las tres capitales de provincia en protesta a la confusión y la incertidumbre generada en la vuelta a las aulas en la actual situación de pandemia y su afectación a las plantillas en cuando a las condiciones laborales.
Este año, la especial situación de la pandemia viene a complicar el comienzo del curso escolar y la apertura de los comedores. El sector de restauración social y monitoras escolares se ha visto afectado por los ERTES de marzo que han mermado sustancialmente sus ingresos.
Ahora, con el retorno a las aulas se añaden la jornada continua obligadas, que unida a la incertidumbre y la pandemia empeoran la situación de reducción del número de comensales. Con la excusa de la bajada de facturación, las empresas justifican los recortes de las jornadas, sin tener en cuenta que las trabajadoras hacen un esfuerzo extra porque hay que limpiar el mismo espacio o incluso muchos más debido al uso de aulas, gimnasios, bibliotecas…todo ello sin contar con los problemas habituales de ambos sectores, precarizadosos ya de por sí.
Asímismo la confusión y las malas interpretaciones de las empresas gestoras y los equipos directivos de la resolución del 1 de septiembre del Departamento de Educación sobre la imposibilidad de modificar horarios de comedor y la ratio monitora/usuario y sus posteriores instrucciones, no han ayudado a un inicio con “normalidad”.
Los motivos de las protestas son numerosos. Por citar algunas de las monitoras de comedor, se encuentran que se le esté obligando a controlar y mantener las medidas sanitarias con grupos estables de convivencia (GEC) de las aulas que en el comedor se les agrupa de forma ilógica y peligrosa. El 40% del personal de está aún sin trabajar y con las prestaciones del SEPE agotadas. La modificación de la jornada ha propiciado que aquellas que compatibilizan este trabajo con otra actividad, hayan tenido que modificarlo o abandonarlo. Ademas la dotación de material higiénico-sanitario es escasa o insuficiente y se les está excluyendo de las pruebas PCR, cuando hay un contagio a pesar de que su contacto es directo.