Los sindicatos piden la figura del delegado territorial para reducir la siniestralidad laboral en las pequeñas empresas
Fecha: 26 Feb 2020
La siniestralidad laboral es una realidad en continuo deterioro, según han denunciado esta mañana UGT y CCOO Aragón en la presentación del informe que valora los datos de 2019.
Las cifras de siniestralidad laboral mortal en Aragón se mantienen. En 2019, 26 trabajadores perdieron la vida en su trabajo, exactamente el mismo número que el año anterior, aunque en su conjunto general (leves, graves y mortales) aumentaron un 6, 27%.
Se recoge además el descenso de los accidentes mortales In Itinere en 2019 pasando de 11 a 3 – representando un 10,34% del total de accidentes- y el reconocimiento de 636 enfermedades profesionales, un 3,1% más que en 2018.
Por sectores los accidentes mortales aumentaron en construcción (8,19%) e industria (1,27%) y descendieron en el sector agrario (6,81%) y en servicios (1,96%).
Las propuestas de ambos sindicatos para la reducción de estas cifras pasan por que la salud laboral sea considerado un objetivo social, político y económico, y no sólo una lucha de los trabajadores a través de sus organizaciones sindicales, así como por la desaparición de los incumplimientos empresariales más graves y, de una actuación disuasoria y fiscalizadora más decidida de los poderes públicos.
Según ha explicado José de las Morenas, secretario de política industrial y sindical de UGT Aragón, el hecho de que el 80,67% de los accidentes mortales, se produzcan en empresas con menos de 50 trabajadores, carentes, en numerosas ocasiones, de representante legal de los trabajadores y de planes preventivos requiere del “desarrollo urgente” de la figura del Agente de Seguridad o “delegado territorial” para atender a estos trabajadores. De igual manera ha demandado la puesta en marcha de los gestores de movilidad para los desplazamientos a los polígonos industriales que permitiría por un lado a través de diversas medidas de transporte colectivo reducir los accidentes en muchos casos después de “largas jornadas de trabajo” y las emisiones de CO2. En este sentido ha recordado a las víctimas del último accidente mortal in itinere (tráfico) ocurrido en Caspe durante la pasada semana.
Entre muchas otras propuestas, ambos sindicatos han reclamado también mayores controles de las empresas con altas tasas de siniestralidad; aumentar el número de inspectores de trabajo para ejercitar mejor la vigilancia, dotando al ISSLA y la Inspección de Trabajo de más medios, así como la inclusión del estrés como riesgo psicosocial y que se incluya en el listado de enfermedades profesionales y para que las Mutuas puedan darle cobertura.